Editorial

Manuel Carreiras

Recientemente he asumido el reto de editar la revista COGNITIVA. El número 12 (1) es el primero de esta nueva etapa. Cuando tomé esta decisión, tuve claro que era una empresa colectiva. Era preciso contar con la iniciativa, el entusiasmo y el esfuerzo de una serie de personas como editores asociados y componentes del consejo editorial, el talento y rigor de los autores y el interés de los lectores. Todo ello unido a un legado previo de 11 años, que hemos de conjugar con la capacidad de innovación necesaria para adaptarnos a este mundo actual de cambios vertiginosos. 

Desde su nacimiento en 1988, COGNITIVA ha apostado por una línea editorial centrada en la investigación sobre los procesos cognitivos, así como por la revisión anónima de los manuscritos recibidos. Ello fue posible gracias a su equipo de dirección, así como a la colaboración y el esfuerzo de los miembros del consejo editorial y de otros revisores externos. A todos ellos mi agradecimiento, y creo no equivocarme si también incluyo el de los autores y lectores, por haber logrado durante estos 11 años un producto de calidad.

En esta última década han sucedido cambios importantes, tanto en el mundo científico como en el entorno académico más inmediato. En lo que respecta a los cambios científicos, los grandes avances tecnológicos, unidos a diseños experimentales sofisticados e hipótesis inteligentes, han permitido desvelar secretos importantes de los misterios de la relación mente-cerebro. Estos descubrimientos extraordinarios son quizá la innovación más visible. Sin embargo, este modo de hacer ciencia no sólo coexiste con el enfoque funcionalista del procesamiento del la información –estudiar el funcionamiento de la mente sin necesidad de conocer la actividad física del cerebro–, sino que además se nutre de la experiencia acumulada en éste con respecto al análisis minucioso de tareas, así como de su legado teórico y metodológico. Otros cambios dignos de reseñar, sin ánimo de ser exhaustivo, son el auge que han cobrado los procesos de desarrollo y de aprendizaje, promovidos desde el enfoque conexionista, o la simulación como método de obtención de conocimiento. En suma, estamos asistiendo a una etapa fascinante, en la que se avecinan nuevas e interesantes sorpresas en las ciencias cognitivas y del cerebro.

En cuanto a nuestro entorno académico inmediato, la presencia cada vez mayor de investigadores españoles en los canales de comunicación internacionales, así como las estancias de investigadores extranjeros en nuestras universidades, hace crecer las esperanzas de que estamos asistiendo a una normalización del proceso de hacer ciencia en nuestro país. Todo ello conlleva modificaciones en las relaciones académicas que han imperado en el pasado y que, aunque por desgracia todavía perduran en algunos círculos, están abocadas a la extinción. Afortunadamente, han cambiado muchas cosas, aunque todavía queda mucho por hacer. La comunicación y oposición de ideas, en foros nacionales e internacionales y el someterse exclusivamente a la sanción del conocimiento es una de las mejores armas de cambio. En este sentido, el sistema de revisores o “referees”, que COGNITIVA abrazó desde su fundación, es hoy algo comúnmente aceptado. Además, son ya varios los foros de discusión científica en nuestro país, como los congresos y reuniones científicas que se organizan para abordar en profundidad un campo específico de la Psicología Experimental. En este sentido es importante destacar los congresos anuales de la Sociedad Española de Psicología Comparada, o las reuniones científicas bianuales que organizan los investigadores del campo de la Psicolingüística o de la Psicología de la Atención, por citar algunas. También los congresos de la Sociedad Española de Psicología Experimental, que nace con el intento de poner en contacto a los investigadores de los distintos campos de la Psicología científica actual. Asimismo, se aprecia una participación importante de investigadores españoles en simposios, congresos, y en publicaciones internacionales.

COGNITIVA pretende seguir siendo un vehículo de expresión de los avances científicos que se avecinan en el ámbito de las ciencias cognitivas y del cerebro, y una herramienta al servicio del cambio. Tanto yo como editor, como los editores asociados (Luis Fuentes, Brenda Rapp y Núria Sebastián) estamos comprometidos con el rigor en el procesamiento de los manuscritos. Por otra parte, teniendo en cuenta los buenos frutos que suele deparar la fecundación cruzada entre áreas de investigación, y que ésta cada día es más frecuente, pretendemos ampliar el horizonte de la línea editorial. Durante estos años, COGNITIVA ha publicado fundamentalmente trabajos sobre procesos cognitivos (vg: atención, percepción, memoria, lenguaje, etc.). En esta nueva etapa, COGNITIVA abre sus puertas también a los trabajos de investigación sobre neuropsicología, cognición animal y cognición social;  aprendizaje; desarrollo cognitivo; en suma trabajos sobre Ciencia Cognitiva y Neurociencia Cognitiva en su sentido amplio. La enumeración previa no pretende ser exhaustiva, sino poner de manifiesto que la pretensión básica es publicar artículos experimentales que supongan un avance en el conocimiento científico.

 Tanto el rigor a la hora de velar por la calidad de los trabajos, como la apertura en la línea editorial ha de traducirse necesariamente en la composición del consejo editorial. Los miembros seleccionados tienen una experiencia probada en la revisión de artículos ajenos y en la publicación de artículos propios. Asimismo, hemos tenido en cuenta su dominio del español, lengua en la que estarán escritos la gran mayoría de los artículos que se reciban, y que sus intereses de investigación cubran el abanico de los distintos ámbitos de conocimiento de la revista. Agradezco la acogida  recibida, pues todas las personas a las que he solicitado formar parte del consejo editorial, excepto una, han aceptado el reto.

 Afortunadamente el español está cobrando fuerza y está creciendo el número de investigadores de prestigio en universidades extranjeras que hablan español. Además, el español es la tercera lengua más hablada del planeta. Según las cifras que proporciona la revista National Geographic del pasado mes de julio, la primera es el  chino mandarín con 885 millones de hablantes, seguida del inglés con 322 y del español con 266. No obstante, la lengua franca de la ciencia es el inglés. En ciencia, la gran mayoría de los trabajos de calidad se publican en inglés. Por tanto, cabe preguntarse si tiene sentido editar una revista como ésta y cuál sería su función. En algún momento nos planteamos editarla enteramente en inglés, pero además del esfuerzo suplementario que ello supone, la utilización del inglés per se no incrementa necesariamente la calidad de los manuscritos. Además, hay autores que, aunque leen inglés, tienen serias dificultades para redactar un manuscrito en dicha lengua. Por otra parte, los alumnos de psicología de las universidades de habla hispana necesitan artículos científicos rigurosos escritos en español. Todo este cúmulo de razones nos ha llevado a pensar que era conveniente y necesario editar una revista como COGNITIVA . Somos conscientes de que la mayoría de los manuscritos se recibirán en español, pero ello no implica que no se publiquen manuscritos en inglés. Estaremos encantados de recibir manuscritos tanto en español como en inglés de cualquier lugar del planeta.

COGNITIVA y su impacto científico dependerá de todos los que quieran colaborar en esta empresa. Los editores velaremos por el rigor y la calidad en el procesamiento de los manuscritos, pero necesitaremos la colaboración estrecha de los miembros del consejo editorial y de revisores externos. El apoyo de revisores con una amplia distribución geográfica y de áreas de investigación es muy importante para protegernos de prejuicios y de intereses parroquiales de poder. Junto con el Ayudante Editorial (Alberto Domínguez)  trabajaremos para adaptar la revista a este mundo dinámico en el que podemos contar con nuevas herramientas, como internet, que nos va a permitir acortar el proceso de revisión de manuscritos que se envíen por correo electrónico, o acceder a través de la página web a los resúmenes y “extended summary” de los diferentes números. Además, dedicaremos nuestros esfuerzos para incluir la revista en el Citation Index  y en otras bases de datos. No obstante, su impacto científico será el fruto combinado del talento de los autores, del acierto de revisores y editores en la selección de los trabajos y del interés de los lectores. En suma, COGNITIVA es una empresa cuyo techo lo marcará la interacción de todas aquellas personas que quieran colaborar en ella.